Desde la antigüedad se han considerado los alfileres de novia como amuletos que alejan la mala suerte. La novia heredaba el vestido de su madre o su abuela y se ajustaba a su talla utilizando alfileres que luego regalaba a las solteras para que tuvieran la misma suerte que ella. La tradición de regalarlos en las bodas se sigue manteniendo. Es la novia quien los regala a las mujeres invitadas a su boda y son un recuerdo especial de ese importante día. 

En principio se les colocaba a las solteras con la cabeza hacia abajo. Si la soltera perdía el alfiler durante la celebración, eso significaba que pronto encontraría un futuro marido. A las casadas se les colocaba con la cabeza hacia arriba para mantener un  matrimonio feliz y para toda la vida. En todo caso, es un símbolo de la buena suerte en el amor y no deja de encantarle a todas.

Hoy en día no se tiene tan en cuenta la manera de colocarlo y los hay de mil formas y colores, tan bonitos y originales que la mayoría de las invitadas no lo querrá perder.

Actualmente hay muchas formas de presentar los alfileres de novia para ir entregándolos a las invitadas. Antes se colocaban en un cojín, pero ahora hay preciosas presentaciones muy originales, como por ejemplo cestas o bouquets. Los puedes encontrar en forma de flor, de abanico, de cesta, ramo… a elegir según el gusto de la novia o acorde con la decoración.